Entre luces y sombras, allí se encontraba, buscaba entre los rayos del sol todos los motivos incendiarios que le robaran las razones de la
soledad que enmarcaban el peso de las lágrimas en anónimos cuadros de blancos
lienzos.
Amarrado a los brazos del aromático diablo verde de la
absenta añoraba la vida que creaba en imaginarios recuerdos, mientras creaba los
futuros imperfectos que su presente encerraban en las trincheras
revolucionarias de guerras entre bandos deshabitados por bandera de lobos
solitarios. Los rayos del sol iluminaban su cuerpo que aullaba dudas
impacientes corroídas por los interrogantes sangrantes de todo aquello que colmaba sobre sus manos en
forma de momentos ennegrecidos por batallas de verdades y mentiras.
Con la frágil seguridad del fino rocío salía cada madrugada
en busca de las luces que marcaran señales del destino sobre su pecho, pasos y
pasos daba pero la verdad jugaba al escondite infinito de las razones y motivos
para caer agotado entre algodones de todo irá bien, cansado de perderse y saber
dueño de su propio mal, soñaba despierto venciendo el cansancio y buscando entre sueños de brillos las puertas que le llevaran a la libertad de la felicidad que esperaba. Mientras tanto, sueños navegantes entre pateras de
dueños invisibles tomaban las decisiones matadoras de senderos asfixiados por
oportunidades acabadas en regalos envueltos de lo bien o mal.
Descubriendo el mundo de día y contando las estrellas de
noche, gritaba a los cielos un te busco, te encuentro y te escondes, ¿dónde
estas?, pero la respuesta no llegó en forma de palabras, ante el solo se
mostraba la nada más absoluta rompiéndole las ganas de luchar y la ciencia de
su búsqueda, tras luchas cuerpo a cuerpo y armaduras fundidas divisó
entre los rayos de sol el cortafuego que separaba el mundo entero de su ser,
así pues, ilusionado por divisar la tierra prometida, tomó impulso y saltó
tanto como pudo, el nuevo mundo se acercaba, por fin hallaría lo que su
esfuerzo y miedos marcaron como meta… pero… al pisar la tierra prometida su
cara se transformó en desencanto, una inmensa y tierra vacía sellaron sus pies…
rendido, sus rodillas besaron el suelo, a la vez que sus manos se desplomaron
sobre el árido terreno encontrándose con un sobre oculto, sentándose, abrió el
sobre y sacó un papel, lentamente lo abrió para encontrarse un texto de su puño
y letra, en voz alta inició la lectura;
“Lo mejor de lo peor
es que por mucho que quieras ocultarlo lo peor de ti es lo que sale mejor, lo
más duro de entender es saber que solo existe un día en tu vida en el que
puedes hacer algo, el hoy, porque en el ayer y en el mañana nada podrás tocar,
nadas en la corriente de las respuestas incorrectas, vives en días que no
existen para acabar muriendo como si jamás hubieras vivido, tanto deseaste
seguir el faro de una vida y huir de las sombras que ignorabas que era tu propio cuerpo en
contacto con la luz de tu búsqueda quién creaba la sombra que te atormentaron.
Tu luz es tu sombra.
Atentamente, tu.”