Cuartada de fuerza y valor se adueñaron de los pensamientos
más íntimos, creando una máquina del tiempo, sobrevolando futuros
imperfectos, tiempos sin errores,
abrazados a la columna de lo invencible, avanzando por la ruta de la
perfección, metas vacías imaginadas de ficticias victorias.
Una nueva vida nacía mientras el paso del reloj marcaba las
once de la noche, parpados vencidos por las horas arrancadas de un día
cualquiera, la oscuridad bañaba su cuerpo, aún así, su mente surcaba el oscuro
mar de la mente lanzando las blancas redes tejidas con las alas de un ángel.
Verdes desiertos bañados por los brillantes diamantes de los ojos de aquel
dormido personaje, emocionado por fingidas luchas, avanzaba por su utopía sin
las cadenas del fracaso cargando maletas carentes de urgencias. El futuro llegó, las
agujas del reloj no durmieron, las siete de la mañana se enamoraron de aquel
viejo despertador mientras le dedicaba una canción de amor con estruendosos
acordes, rescatando de este modo al soñador que adornaba las ropas de aquella
dura cama. Un día más, pensaba, nuevas 24 oportunidades para la insurgente vida
de un revolucionario con flequillo.
La fuerza y valentía que anclaba sus valores comenzaban a
oxidarse en el mundo de las violentas barricadas, sus objetivos no llegaban
como su mente lo imaginó, las derrotas del día a día buscaban el centro de la
tierra donde ser fundidas por el ardiente deseo del olvido. Las horas
secuestraron el sol, se miraba sus manos vacías, un día más sin milagros, sin
tesoros encontrados, sin cenizas que
recordar, un día más. ¿Qué hacía mal? Pensaba, su búsqueda existía, su nombre felicidad,
pero, ¿cómo llegar a la tierra prometida con la que fantaseaba cada noche?, planes
trazados en cada luna que nunca llegan, preguntas cansadas llenas de respuestas
de amargo sabor. Tantas preguntas vacías de letras necesitaban una respuesta,
por ello, decidió escribir a un blog llamado La Máquina Friki del Tiempo,
buscando conclusiones escritas con las invisibles letras de un lenguaje ya
olvidado, un lenguaje creado por la esperanza, una esperanza que desapareció
sin dejar rastro del mundo del buscador de respuestas. Desgraciadamente, el
autor del blog no brindó luz a la oscuridad de su incertidumbre, pues las
letras o respuestas que añora encontrar no existen, aún así, recibió una barata
filosofía que resumía una creencia de solida sinceridad. Cada día de una vida
es especial, es mágico, sentirte vivo es directamente ser acariciado por el
misterio del azar, la felicidad no se haya en un punto o meta en concreto, es
tu camino, tus derrotas y victorias, eso es lo que te hace feliz, la felicidad
quizás sea pelear con fiereza contra un objetivo vestido de molino de viento,
intentarlo es vivir siendo feliz, lo que no ves, lo que te parece cotidiano
dibujado en conversaciones, momentos, sonrisas, gestos, complicidad, sueños
imposibles, personas, lágrimas, lo que te rodea, aquí se encuentra el resultado
a la ecuación que tanto te satura el cerebro y el alma. Piensa en tu vida,
mírala, siente que has logrado ser feliz, busca tu trozo de verdad, en
definitiva, vive tu vida, piensa en algo, ¿qué es una rosa?, algo tan pequeño
que contiene una belleza sin igual, colores y olores únicos, ¿cómo algo tan
pequeño puede gustar tanto?, ¿qué sucede si intentas arrancar una rosa a lo
loco?, pues ella se aferrará a la vida, luchará contra ti con sus espinas, la
vida es igual, hay que bañar las manos en espinas para acariciar la suave flor,
sobre todo, deja de mirar y llorar por tus vacías manos, porque en ellas se encuentra el mapa olvidado, el de tu vida.
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