Esta entrada se debe a una petición de un lector.
Mi mesa se encontraba cubierta de folios y folios con letras
que narraban un sentimiento oculto entre las sombrías maneras de tu andar,
palabras que prometían surcar los cielos más azules entre aviones de papel
envueltos en versos de amor, palabras que nos hacían descubrir las estrellas
que aún no han nacido en el abismal y negro universo que podríamos crear entre
caricias y ternuras. A cada día que
pasaba, soñaba con entregarte mi pasión entre tus desnudas manos y desconcertado
rostro mientras tu boca regala un si por respuesta, claro está, solo
vivía una ensoñación continua, siendo despertado por el frío timbre de no sentir
tus brazos sobre los míos.
Era el precio a pagar por ser uno más y vulgar, cada día
caminaba a tu lado observando como el resto del mundo desnudaba tu rítmico
cuerpo con feroces miradas felinas sedientas de palpar milímetro a milímetro tu
resplandeciente piel, mientras andábamos muchos te enviaban voladores y rápidos
besos acompañados de palabras haciéndote saber lo buena que estas, a lo que tu respondías con una hipnótica y
sensual sonrisa a la vez que mi cerebro se preguntaba, ¿se están riendo de mi?
Caballeroso, galán y atento te acompañaba mientras mi mirada te declaraba entre
brillantes destellos lo que ardía en mi interior, día tras día sonreía como un
idiota mientras otros tantos te lanzaban promesas vacías de acción y líneas
ocultas llenas de pasión.
Nuevamente en casa, de mi ordenador salían canciones de asqueroso
y ridículo amor mientras mi imaginación te recreaba y encadenaba al puerto de
mi alma, a la vez que, mi voz enamoraba tu indomable corazón entre tantas canciones con dedicatorias de ocultos
mensajes de sonrisas, abrazos y te quieros. La esperanza es lo último que se
pierde, decían mis amigos, es posible, nunca fui de los que se rindieron ni
ocultaron bajo el manto de la escapatoria, a pesar de ello, mi mente sufría un colapso
sentimental, empezaba a mirar con desprecio al sol por tener la posibilidad de
bañarte entre rayos celestiales mientras continuabas ignorando mi guerrillera mirada
que te hacía saber que eras la llave de mi corazón.
El tiempo paso y las lágrimas llegaron, era un día más pero
distinto, valiente y decidido rompí tus pensamientos, me miraste y preguntaste
.-¿A qué no sabes qué?.-, en ese
momento aprendí que cuando una chica lanza una pregunta acompañada de una
enamorada sonrisa es para decirte que otro ser, que no eres tu, se ha adueñado
de su corazón y mente, tampoco era de extrañar, solo soy uno más, el tío más vulgar
del lugar, aún así, vistiéndome de la palabra del diccionario que más duele, la
mentira, le sonreí y desee un feliz futuro… Inmóvil, carente de futuro e
ilusiones, sediento de respuestas caí destronado sobre lágrimas que marcaban el
Fin de esta Historia.
Derrotado de escuchar que todo irá bien, de dejar de existir
si no me mirabas tu, agotado de perderte y cansado de ser hombre, los años pasaron y me
mostraron un nuevo mundo, volví a caer
derrotado y rechazado, pero aprendí una lección importante, si no mueves ficha
por hacer tuyo aquello que crees que te hará feliz, nunca sabrás si hubieras
sido feliz. Continué siendo un hombre vulgar y normal, sin nada novedoso que
ofrecer, imagino que en mi parte más oscura se guarda aquello que la gente llama
único en cada persona, no lo se, pero si se lo que ofrecerte a ti aunque no te haya
encontrado, la verdad, puede que nunca me convierta en el mejor amante de los
que gobernaron tu vida, ni el más valiente de los que te amaron ni sea un
héroe, pero te ofreceré descubrir un futuro sediento de ser escrito por los dos.
Como decía al inicio de la entrada, es una solicitud de un
lector, este mensaje va para ti, por lo que me pusiste en el correo, imagino o doy por ello que aún eres
muy joven, un adolescente, si es así, no te encierres en falsas esperanzas, arriesga,
total, ¿qué vas a perder?, el futuro te regalará lo que quieres, pero no tengas
prisa, solo vive y llegará en otro cuerpo y cara, pero llegará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario