Para tener miedo ya era tarde, el final de un nuevo
principio se acercaba, era inevitable, montado sobre la barca de mis principios
surcaba el río hacia el horizonte, el fin de mi mirada dibujaba un cielo azul,
marcando su reflejo en onduladas aguas de profundos miedos, ¿qué hacer?, por
más que mis brazos lucharan contra una corriente imaginaria, la barquilla sobre
la que mis pies descansaban avanzaba lentamente hacia la duda más extensa,
hacia el misterioso mundo de mañana.
Cansado de mi propia lucha, me senté y reflexioné, ¿por qué?,
pero ninguna letra tatuó mi cuerpo en forma de sentencia, aún así, recordé aquellas huellas anónimas que un día vi en mi pequeña playa, pequeñas pisadas que señalaban un mundo azul, un infinito
mundo lejos de aquella jungla de adversidades que planté con mis propias manos
día a día, recordé el orden que dictaba mi bosque antes de plantar la semilla
del caos y la inseguridad, ¿De qué quejarme? ¿A qué tener miedo?, ya lo he
dicho, tener miedo ya era tarde, mi mundo ya quedó atrás, solo la mirada
alcanza mi pasado trazando restos de recuerdos, de momentos ya vividos, de
errores no superados, pero, ¿para qué continuar llorando por ser desertor de mi
propia vida?
El lento caudal guiaba mi barca, a miles de kilómetros, un
pequeño y vacío terreno tintaba en forma de cartel luminoso un, Tu Destino,
¿ese era mi trozo de verdad? En verdad, ¿ era mi destino?, no tenía respuesta,
jamás la tuve, solo veo un lejos espejismo, una fértil tierra para volver a
sembrar dudas e inseguridades,
desconozco si llegaré a esta tierra prometida para envolverla de
pecados, para seguir plantando y regando errores, aún así, sueño y deseo
llegar, quizás vuelva a equivocarme, lo se, mientras tanto las dudas revolotean
burlonas, las respuestas inalcanzables aguardan en forma de puertos, aún así,
el anhelo de llegar sostiene mi cuerpo, todo ello, porque un día mi vida grito
alarmada, .-necesito un cambio.-, un
ya basta, un recoge tu maleta llena de recuerdos, lecciones y marcha, nuevas
oportunidades llegarán, nuevas lágrimas brotarán y nuevas sonrisas nacerán, pues
buen amigo mío, decía mi vida, sin lágrimas no hay sonrisas, sin tristeza no hay
felicidad, sin lucha no hay futuro, sin ti no hay mundo.
Mi barca se acerca a un nuevo puerto, un lugar perfumado de
tierra húmeda, ¿será mi nuevo destino? o ¿mi barca continuará en busca de
nuevas tierras?, no lo se, pero yo por fin he decidido perseguir las huellas
que un día encontré, ¿cuál será el final?, ¿descubriré lo que se oculta tras la
cortina del horizonte?, no lo se, pero he decido descubrirlo.
Esta entrada va dedicada a unas cuantas personas que andan
un poco tristonas porque las cosas no han salido como esperaban, así que, os dedico
esta breve historia con el objetivo de recordaros de que sois vosotros parte
del timón de vuestras vidas, así pues, por muchas tempestades que os encontréis
no os dejéis arrastrar, intentad luchad, pues quizás, y solo quizás, volveréis
a conquistar el sol, un sol que os espera.
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