domingo, 30 de septiembre de 2012

¿Qué es la esperanza?


El viento robaba la arena de aquella blanca playa mientras mi mirada seguía al ladrón con gran curiosidad, de repente, mi mente tradujo la situación en una palabra, esperanza. ¿Qué relación tiene la esperanza con cientos de granos en el aire?, al principio no veía lógica alguna, a medida que los segundos se escapaban de mi reloj comencé a entender,  comprendí que la esperanza es el viento que movía aquella arena, entendí que cada uno de aquellos granos de arena representaba una persona, por primera vez, sentí la esperanza.

Irónicamente, la esperanza puede ser una gran aliada o enemiga, es posible que la esperanza no exista y sea una simple palabra creada por el ser humano para continuar respirando un día más esperando que su vida cambie en un mañana que no existe, no lo se, lo único que tengo claro es lo que yo siento, por tanto, puedo decir que la esperanza es un papel creado por el humano, un papel interpretado por la casualidad o destino, la esperanza es el viento que sopla sobre una vida en el momento oportuno, elevándola sobre los cielos, mostrándole que existe más playas sobre las que descansar, nuevos lugares y posibilidades. El viento, ese gran ente al que llamo esperanza roza nuestros cuerpos diariamente, lo acaricia y lo mima, nos muestra mil falsas imágenes que pueden transformarse en realidad, nos hace soñar con el paraíso dentro de la más terrible pesadilla, en definitiva, un elixir imaginario plagado de sabores envueltos en enigmáticos sobres con nuestro nombre como destinatarios. 


Sea lo que sea la esperanza, solo os puedo dar un consejo, más que un consejo un pensamiento. En los momentos más oscuros, al mirar atrás, el sentir que lo esperado no es lo que vives, cerrad los ojos, no deseéis que la situación cambie, no sintáis una esperanza creada por la desesperación, simplemente recordad, transportaos a vuestras sonrisas más prematuras, recordar que los tesoros o grandes momentos se encuentra en los gestos más pequeños, rescatad aquellos luceros que un día iluminaron tu niñez en forma de miradas, volved a poner en marcha esas luces, preparad la maleta con todos vuestros fracasos y triunfos, luego caminad, dejaos arrastrar por la suave brisa, convertíos en esos granos de arena y volad, transformad ese sentimiento de esperanza en una meta, miradla a la cara y acariciadla con la ternura de vuestras manos, avanzad hacia ella y decirle, .-No soy más de lo que ves, no soy la mejor persona, pero dame tu mano, hagamos de este pequeño roce un nuevo camino, porque el miedo a perder lo tengo, pero más miedo me da el pensar el no cederte mis calientes manos.-

En resumen, la esperanza es un bonito sentimiento, pero no un alimento, el alimento que nutre la esperanza está en superar los miedos, en arriesgar, el no escondernos, en dar un paso adelante aún a riesgo de fracasar, de ser sinceros con uno mismo, ahí se esconde la verdadera esperanza.

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