Carta de un Soñador a otro.

Sueños disfrazados de auténticas pesadillas, con los pasos de los años, de una forma u otra, los sueños realistas conviven en nuestras mentes, realidades tangibles en futuros venideros, riegan nuestra mente con alarmantes mundos imaginarios, pero, ¿qué ocurre cuando uno de estos sueños toma forma de pesadilla?

Cuando lo correcto, lo que imaginamos que en un futuro sería pero no llega, de una manera u otra nos tiramos a la piscina en busca de una causa, real o no, pero causa, nadamos y nadamos entre miles de motivos buscando una excusa para ¿sentirnos mejor?, tras tanto bucear finalmente siempre encontramos una razón, un culpable que ha impedido que nuestros sueños se cumplan transformándolo en una maldita y oscura pesadilla, pero, ¿por qué perder el tiempo en buscar a un enemigo inexistente?, si reflexionamos, pensamos y dejamos las lágrimas para un futuro mañana, quizás y solo quizás, podamos entender que hemos sido nosotros los que hemos dado vida a ese sueño y a esa enemiga causa al que hoy miramos con auténtico pánico.

Yo no soy nadie para daros consejos y mucho menos para que mis palabras tenga credibilidad, pero sí que hay algo que tenemos en común, y es que como todos vosotros tengo sueños vestidos de pesadillas, sueños que en un pasado trazaban líneas de colores por mundos de gran lucidez bebiendo con el paso de los años del tinto de la derrota, por ello, haciendo una reflexión he decidido buscar y volver a transformar lo que hoy llamo pesadilla, pero no lo transformaré en un nuevo sueño, no, esta vez lo borraré, lo tiraré a la papelera de la vida, para que sea ella quién me brinde lo que hoy temo no alcanzar y así dejar de buscar una respuesta que nunca existió.

Toda esta entrada te le dedico a ti amigo mio, desde la primera letra hasta la última, se que lo que esperabas alcanzar llegó, pero lo hizo de la manera más retorcida y cruel que has conocido, pero, ¿para qué seguir pensando en ello?, mientras piensas y piensas, mientras tus lágrimas nublan tu vista te estás perdiendo pequeños destellos, diminutos rayos de luz que alumbran un punto sin destino, así que toma tu equipaje, que no es más que tu amor propio y camina, no dejes de hacerlo, ¿qué importa caer infinitas veces en distintas piedras?, es posible que ahora me preguntes, .-¿si hago lo qué dices me garantizas llegar a mi meta?.- desgraciadamente no lo se, no tengo ni puta idea, pero tu, que bien conoces mis sueños, derrotas, ilusiones, derrotas y mi estrella más soñada, en definitiva, que sabes como soy, un asqueroso y nostálgico soñador, un delirio adolescente que no cansa de imaginar e imaginar, como deducirás, todo ello conlleva a lo que tu bien sabes, pero, ¿qué más da?, cada uno es como es, eso nunca, y recuérdalo bien, nunca, por más que caigas, por más que sientas que estás en un pozo sin fin, no cambia, así que deja de mirar el fondo de tu pozo, eleva la cabeza y busca esa pequeña luz, luego escala y escala, da igual todas las veces que tu moral te atrape en el maldito pozo, porque tu fuerza de vivir y descubrir un ¿qué sucederá mañana? es más fuerte.

Como ya te he dicho repetidamente, mi ayuda es inexistente, porque no tengo respuestas a nada, no traigo soluciones para ti, únicamente tengo palabras, por ello, este viejo soñador te recomienda que durante tu duro camino deja de hacerte preguntas sin respuestas, busca respuestas sin preguntas, vive sin miedo a sentir de nuevo, sin miedo a las preguntas que contienen un .-¿y si...?-., no uses barreras de miedo para bloquear lo que hoy te ilusiona, te hace sonreír y da vida a ese cansado corazón, no tengas miedo a continuar, arriesga como si el mañana no existiera, no huyas con la disculpa de lo que la gente llama normal, y ahora lo más importante, siempre se tu mismo.

                                                                                    De un soñador a otro.