Uno de los puntos más apasionantes del paso del tiempo, es
el recuerdo, un simple pensamiento, una sensación junto al acompañamiento de la
mítica frase, .-Qué tiempos.- Hoy he
tenido uno de esos momentos al recordar un anime, una serie que narraba la
historia de un joven pero valiente entrenador, acompañado de un adorable y fiel
animalito llamado Pikachu, como bien sabréis hablo de Pokémon.
Quizás Pokémon no es el mejor anime del mundo, pero bien es
cierto, que en mi mente está como una serie que no me perdía, lloviera o
tronara, yo esperaba el comienzo de la serie junto a la compañía de mi sofá y un
buen zumo de melocotón.
Si mi memoria no me falla, fue sobre el año 1999 cuando se
estrenó el anime de Pokémon en mi país, antes de ver ningún episodio mi hype
era super extremo, a cada imagen, a cada comentario sobre los primeros juegos Pokémon
que llegaban a mi país. Con esta premisa me enganché al anime, pero no solo a
la serie, sino a cualquier cosa que tuviera el nombre Pokémon, mi vicio fue
tal, que me sabía de memoria los 150 Pokémon, ahora muchos pensarán, .-joder, fuerte friki, normal que no encuentre
novia y amigos.-, a los que penséis
así… solo os digo que Eimanair estaba igual o más enganchado que yo, de hecho,
siempre que nos dirigíamos a nuestras casas, tras unas tardes de visitas a las
mil tiendas de videojuegos que visitábamos, eso si, sin comprar nada, lo dicho,
durante el camino, los dos luchábamos por ser el mejor ¿entrenador? Pokémon,
¿cómo lo hacíamos?, simplemente, nombrábamos Pokémons, ganaba el que supiera
más, obviamente ganaba yo… quizás, y solo quizás, por esa razón Eimanair ligue
una vez cada 10 años… y yo… 1 cada… cada… esto… mejor volvamos al tema inicial…
Como decía, no paraba de Hypearme con el anime de Pokémon,
durante el proceso de visionado, me enteré que pronto saldría a la venta Pokémon Amarillo (Edición Especial Pikachu)… al
conocer la noticia… un ser irracional que habitaba en mi interior decía, .-Pokémon Amarillo, ahorra, Pokémon Amarillo,
ahorra, Pokémon Amarillo, ahorra..- ¿quién era yo para hacer caso omiso a
mi irracionalidad?, así que comencé ahorrar, pues no podía perderme un juego en
el que yo tomaría el papel de Ash Ketchum y a mi lado estaría mi fiel Pickachu
haciendo impactruenos a lo loco.
Así que, llegado algún mes que no recuerdo del año 2000, en
compañía de mis padres me agencié mi ansiado Pokémon Amarillo, he de decir que
fueron horas, horas y horas de vicio continuado, un no parar, de hecho me
convertí en el mejor entrenador Pokémon… fue una lástima que el mundo no
creyera mi historia y acabara en este manicomio
desde donde escribo…
Sobre el anime, recuerdo momentos míticos, desde la primera
aparición del Team Rocket y continuada
puesta en escena con la misión de hacerse con Pickachu, hasta momentos más tiernos,
momentos que de mis ojos brotaba una lagrimilla ligada a la pena brutal de
cierta escena. Recuerdo una de esas escenas… la recuerdo con total claridad,
una escena que me robó una lagrima o varias, os pongo en situación; Ash tenía
un Pokemon super mono llamado Butterfree (ni puta como se escribe, así que he
tirado de internet para poner bien el nombre), este Pokemon en forma de
mariposa me encantaba, caló en mí, pero como todo en la vida, encontró el amor
en otra Butterfree rosa, así que, Ash en un acto de buen hacer, dejó marchar a
su compañero, ¿quién era él para negarle al felicidad a su Butterfree?, con
esta premisa, ambas mariposillas Pokemon batieron sus a alas a ritmo de dos
corazones enamorados, con un destino
llamado felicidad (que pasteloso puedo ser… si algún guionista de novelas
necesita un tío extra super mega pasteloso, contactad conmigo, por un buen
puñado de dinero… os haré el guión más pasteloso, romántico y con menor
audiencia de la historia).
Ya acabado de autohumillarme y hacerles saber que lloré con
Pokemon, he de decir, que con el tiempo, y gracias a mi Pokemon Amarillo atrapé
a mi Butterfree y no lo dejé marchar Muahhh Muahhhh (risa de malévolo), que malo soy y que friki Dios mío!!!, ¿cómo
he llegado a esto?
Como habéis sospechado, tanto Eimanair como yo, éramos (y
seguimos siendo) unos fans irracionales de Pokemon, así que… ¿sabéis lo que
hicimos en el estreno de la película en cines?, os lo diré con pocas palabras,
Eimanair y yo, primera hora de la mañana, entradas en mano, en espera a que las
puertas del cine nos dejara adentrarnos en un mundo llenó de simpáticos seres…
Sobre la película, decir que personalmente me moló, reconozco que estaba super
enganchado a Pokémon, y es probable que, partiendo o suponiendo que la peli
fuera lo peor de lo peor, continuaría pensando que era la mejor del mundo.
Pero reafirmo mi opinión tras
revisionarla la película en multitud de
ocasiones, me encanta...
¿Cómo dejé de seguir el anime?, gracias a la televisión
pública. Un día cualquiera, al encender la televisión, poner el canal oportuno,
a la misma y puntual hora de siempre… Pokémon no apareció, así que, con la
esperanza de que fuera algo puntual, día tras día, esperaba junto al televisor deseando
escuchar un, Hazte con Todos!!!,
pero no, no volvió sonar aquel maravilloso opening… Así fue como Ash y compañía
marcharon de mi vida… aunque años después, repusieron la serie, con nuevos
episodios, así que, un servidor volvió al mundo Pokémon, no con tanta asiduidad
como antaño (ser “adulto” y las responsabilidades no dejan mucho tiempo), pero
de vez en cuanto, me siento frente al televisor, con mi zumo de melocotón,
esbozo una sonrisa y disfruto de una de mis series favoritas de mi
adolescencia, Pokémon.
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